En Cafés Baqué llevamos más de 100 años dedicándonos a nuestra pasión: el café. Sabemos que disfrutar de una taza de café es un ritual diario para muchos, pero incluso los amantes del café más dedicados pueden cometer errores que impiden que esa taza en casa sea perfecta.
- Usar café de baja calidad
Uno de los errores más comunes es usar café de baja calidad. Si utilizas granos de mala calidad, la experiencia nunca será óptima, por muy buena que sea tu cafetera. Elegir un café de calidad, como el de Cafés Baqué, marca la diferencia y te permite disfrutar del mejor sabor y aroma en cada taza.
- Proporción incorrecta de café y agua
Otro fallo habitual es no prestar atención a la proporción de café y agua. Demasiado café produce una bebida fuerte o amarga, mientras que poca cantidad la deja débil y sin cuerpo. Para espresso, una regla práctica es usar el doble de agua que de café; para café soluble, la dosis no debe superar los 3 gramos por 350 ml de agua; y para café en grano, unos 35-40 gramos por litro de agua suele ser adecuado.
- Almacenamiento incorrecto del café
El almacenamiento incorrecto del café también afecta a su sabor. El café pierde aroma y frescura si se expone al aire, la humedad o la luz. Además, si no vas a consumirlo pronto, conviene mantener el paquete cerrado, ya que las bolsas de café de calidad suelen incluir una válvula que libera CO₂ y evita la entrada de oxígeno.
- No limpiar bien tu cafetera y equipo
La limpieza del equipo es otro aspecto clave. Con el tiempo, los restos de café y aceites se acumulan, afectando negativamente el sabor y generando notas rancias o amargas. Por eso, es importante limpiar regularmente la cafetera, el molinillo y especialmente el portafiltros después de cada uso.
- Usar agua del grifo sin filtrar
Del mismo modo, la calidad del agua utilizada es fundamental, ya que constituye alrededor del 98 % de la bebida. El agua del grifo puede contener minerales, cloro y otras partículas que alteran el sabor, haciéndolo plano, ácido o con matices metálicos. Lo recomendable es utilizar agua filtrada o de buena calidad.
- Recalentar el café
Finalmente, recalentar el café es un hábito que conviene evitar. Este proceso altera su sabor, provoca pérdida de aroma, acelera la oxidación y aumenta la acidez, dando como resultado una taza más amarga o agria.
Aplicando estos consejos, podrás disfrutar de un café que no solo deleite tus sentidos, sino que también refuerce tu amor por esta bebida. En Cafés Baqué te invitamos a echar un vistazo a nuestro blog y seguir descubriendo todo lo que el mundo del café tiene para ofrecer.
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